¿Cómo controlar la infección de un quiste sacro?

Como de mediana edad está pensando, posa una de sus manos en el mentón, su mirada es hacia arriba

Los quistes sacros, también conocidos como quistes pilonidales, son protuberancias dolorosas que afectan la región sacra, justo encima del cóccix.

Estos quistes son propensos a la infección, lo que causa molestias serias.

En este artículo, profundizaremos en las estrategias fundamentales destinadas a controlar eficazmente la infección asociada a un quiste sacro.

Además, hablaremos detalladamente de las medidas específicas y los procedimientos profesionales que se emplean para prevenir, manejar y, cuando es necesario, tratar la infección en esta delicada área.

Quiste sacro o quiste pilonidal

Antes de abordar el control de la infección, es fundamental comprender qué es y cómo se forman este tipo de quistes.

El quiste sacro, a menudo llamado quiste pilonidal, es un saco o cavidad que se forma en la piel (entre el pliegue de los glúteos). Y, se origina a partir de la acumulación de cabello, piel muerta y otros residuos corporales.

Esta acumulación puede ser el resultado de factores como la fricción repetida, la presión prolongada o la obstrucción de los folículos pilosos en esta región.

El quiste sacro generalmente va acompañado de dolor e inflamación.

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Por otro lado, si el quiste se rompe o se infecta, pueden presentarse síntomas más graves, como secreción de pus, enrojecimiento, sensibilidad e hinchazón en el área afectada.

Gráfica del sinus pilonidal muestra cómo es forma un saco con restos de pelo y pues que luce inflamado y crea una protuberancia en la piel

Cómo detener la infección del quiste sacro

Es esencial enfatizar que el manejo de la infección de un quiste sacro debe ser llevado a cabo por un profesional médico e incluye, en términos generales, tres pasos.

1. Limpiar la zona

La limpieza adecuada de la zona afectada es sumamente importante para prevenir y controlar la infección.

Se realiza mediante la aplicación de soluciones antisépticas bajo supervisión médica para reducir el riesgo de proliferación bacteriana.

2. Drenar el quiste

Se realiza mediante técnicas especializadas, como incisiones controladas, para permitir la evacuación del pus acumulado y los desechos del quiste.

Esta acción facilita el vaciamiento del quiste para promover una curación adecuada y reducir la probabilidad de complicaciones.

Es de suma importancia recalcar que el drenaje de un quiste sacro nunca debe ser intentado en casa, en cambio, debe ser llevado a cabo únicamente por un médico cualificado.

3. Dejar que sane

Después del drenaje y la limpieza profesional del quiste sacro, se debe dejar sanar el área afectada, siempre bajo supervisión del equipo médico.

Se pueden utilizar apósitos y técnicas especializadas de curación para favorecer la cicatrización óptima de la herida, y así reducir el riesgo de recurrencia o infección.

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Cirugía de quiste sacro cuando no sana

Cuando las medidas no invasivas no logran resolver la afección o si hay recurrencia persistente, la intervención quirúrgica se convierte en un paso crucial.

Más específicamente las técnicas quirúrgicas para el sinus pilonidal que no dejan heridas abiertas, como el Karydakis modificado

Este procedimiento está diseñado específicamente para abordar la afección desde su raíz.

Detalles del procedimiento

  • Durante la cirugía, se extirpa el quiste sacro y cualquier tejido infectado o inflamado asociado, creando un área limpia y saludable para promover la cicatrización adecuada. 
  • El procedimiento quirúrgico se lleva a cabo en un entorno hospitalario, donde se cuenta con el equipo médico y las instalaciones necesarias para garantizar la seguridad del paciente.
  • Dependiendo de la complejidad del caso y las preferencias médicas, se puede optar por utilizar anestesia local o general.

Consejos antes y después de la cirugía

Antes de la cirugía de quiste sacro, es importante seguir las siguientes indicaciones:

  • Informar siempre al cirujano sobre medicamentos y condiciones médicas preexistentes (esto ocurre durante las consultas previas).
  • Dejar de fumar y beber alcohol.
  • Ayuno antes de la cirugía según las indicaciones médicas.
  • Preparación del hogar para la recuperación postoperatoria.

El día de la cirugía: 

  • Sigue las instrucciones específicas proporcionadas por tu médico o el equipo médico.
  • Si tienes alguna pregunta o inquietud, no dudes en preguntar al equipo médico (es mejor que tengas claros todos los aspectos del procedimiento antes de comenzar).
  • Llega a la instalación médica a tiempo según las instrucciones proporcionadas. 
  • Mantén la calma y trata de relajarte.
  • Si algo no se siente bien o tienes alguna preocupación, comunícalo al personal médico.

Después de la cirugía:

  • Mantener la herida limpia y seca según las indicaciones médicas.
  • Evitar actividades extenuantes que puedan estresar la zona operada.
  • Asistir a las citas de seguimiento y seguir los consejos para el cuidado posterior proporcionados por el especialista en sinus pilonidal.

Para finalizar, el control de la infección de un quiste sacro requiere atención profesional.

Seguir las indicaciones médicas y, en casos más complejos, recurrir a la cirugía pueden ser pasos necesarios para garantizar una recuperación exitosa.

Si experimentas síntomas de un quiste sacro o infección, acude con un profesional de la salud para obtener un diagnóstico y tratamiento precisos.

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