Hemorroides
Numerosas causas pueden influir en el desarrollo de las hemorroides, como el estreñimiento, el embarazo o la obesidad, entre otras.
Hemorroides
Las hemorroides son una especie de cojinetes o almohadillas que contienen las pequeñas venas y arterias superficiales del conducto anal. Son una estructura anatómica normal que normalmente está presentes dentro del ano y en la piel justo en el borde exterior del ano. Forman parte del mecanismo de continencia normal de las heces.
Debido a la presión del embarazo, la obesidad, el esfuerzo por levantar pesos pesados, el estreñimiento con esfuerzo para expulsar las deposiciones o que induce a pasar un tiempo largo en el baño, así como la diarrea, junto a una posible predisposición hereditaria, las hemorroides pueden inflamarse o agrandarse y causar problemas.
Estos problemas incluyen dolor, bultos perianales, prolapso (cuando sale una hemorroide que se supone que está dentro), hinchazón, picazón o prurito, trombosis hemorroidal, sangrado y humedad perianal excesiva con irritación de la piel perianal.
El diagnóstico se realiza mediante una adecuada historia clínica y un examen físico del recto y del ano. Muchas veces se solicita una endoscopia (colonoscopia o rectosigmoidoscopia) para descartar otras posibilidades diagnósticas como inflamación rectal, pólipos o cáncer colorrectal.
Tratamiento
El tratamiento de la patología hemorroidal suele ser siempre médico conservador de inicio y se basa en cambios del estilo de vida (ejercicio físico, pérdida de peso) y de hábitos dietéticos (aumento de la ingesta de fibra y líquidos). A esta se puede añadir tratamiento médico tópico o por vía oral para aliviar los síntomas.
La mayoría de los pacientes responden bien a este tipo de tratamiento conservado que se puede mantener, en parte, de forma indefinida.
En los pacientes que sufren hemorroides sintomáticas y que no responden bien al tratamiento médico existen varias opciones de tratamiento quirúrgico, dependiendo del tipo y grado de hemorroide que presente.
Algunas de las técnicas más utilizadas son:
- Ligadura con banda elástica
- Esclerosis hemorroidal, fotocoagulación con infrarrojos
- Hemorroidoplastia con láser
- Hemorroidectomía
- Desarterialización hemorroidal transanal (THD® Doppler)
- Termocoagulación con radiofrecuencia (Procedimiento Rafaelo®).
Cada caso requiere una valoración individual para indicar el tratamiento más adecuado.
La intervención puede realizarse de forma ambulatoria o con un ingreso breve. En el caso de la hemorroidectomía convencional, las molestias postquirúrgicas son muy variables pero típicamente suelen ser más importantes los primeros 3-4 días, con una mejoría progresiva posterior, estando la mayoría de paciente bastante cómodos a los 15 días de la intervención. Requiere unos cuidados higiénicos que se realizan en el propio domicilio.
Preguntas frecuentes
sobre el Sinus Pilonidal
- Enrojecimiento de la piel
- Dolor
- Presencia de pus o de sangre en una abertura de la piel.
- Olor desagradable del pus que supura.
Esta patología debe ser tratada por un especialista en coloproctología, el cual se encarga del diagnóstico y tratamiento de enfermedades del colon, recto y ano.
Como sabemos, el quiste pilonidal se sitúa en la región superior al pliegue interglúteo, una zona de tratamiento de este especialista.