Si bien el quiste pilonidal en mujeres es menos frecuente, su presencia no debe subestimarse.
Esta enfermedad, caracterizada por dolor recurrente e hinchazón en la región sacra, es el resultado de un proceso inflamatorio que genera molestias y, a menudo, otras complicaciones.
Además del dolor persistente, la inflamación puede conducir a una mayor susceptibilidad a la infección y puede limitar significativamente la capacidad de llevar a cabo las actividades diarias con normalidad.
En este sentido, resulta crucial comprender los signos, síntomas, tratamiento y prevención del sinus pilonidal en mujeres para abordar la afección de manera efectiva, minimizando complicaciones y riesgos.
Cómo se forma el quiste pilonidal en mujeres
El quiste pilonidal se forma principalmente en la región sacrococcígea, justo encima del pliegue interglúteo, y su origen está asociado con la obstrucción de los folículos pilosos en esa área.
Los folículos pilosos en la región sacrococcígea pueden obstruirse por diversos factores, como el crecimiento anormal del cabello, la fricción continua o la acumulación de células muertas de la piel.
Esta obstrucción puede causar la acumulación de pelo y otras sustancias dentro del folículo, lo que a su vez produce la inflamación.
Lee aquí: ¿Qué es el sinus pilonidal?
Aunque la causa exacta no siempre está clara, se cree que varios elementos pueden contribuir a su formación.
En el caso de las mujeres, factores como el vello corporal, la anatomía y la actividad física pueden aumentar el riesgo de desarrollar este tipo de quiste.
Signos y síntomas del quiste pilonidal
Al formarse el quiste sacro es probable que se manifiesten varios de los siguientes síntomas:
- Dolor en la zona afectada
El dolor en la región sacra suele ser uno de los primeros signos. Este dolor puede aumentar al sentarse o al realizar movimientos que ejercen presión en la zona. Además puede acompañarse con fiebre.
- Inflamación y enrojecimiento
La presencia de inflamación y enrojecimiento alrededor del área afectada es común. La piel puede volverse sensible e irritada.
- Masa palpable o bulto
Al tacto, se puede percibir una masa o bulto bajo la piel en el pliegue entre los glúteos. Este bulto puede ser suave al principio, pero puede volverse más pronunciado con el tiempo.
El sinus pilonidal es más común en hombres que en mujeres (cuatro hombres por cada mujer desarrollan la enfermedad pilonidal).
- Secreción de líquido o sangre
La formación de abscesos dentro del quiste puede resultar en la liberación de líquidos, a veces mezclados con sangre. Esta secreción puede ser notoria, especialmente durante las fases inflamatorias.
- Infección recurrente
Las mujeres que experimentan infecciones repetidas en la región sacra deben considerar la posibilidad de un quiste pilonidal.
Las infecciones pueden manifestarse como abscesos dolorosos.
- Aparición de fístulas
En casos más graves o crónicos, el quiste pilonidal puede desarrollar una fístula, que es un túnel anormal que conecta el quiste con la superficie de la piel.
Esto puede resultar en la aparición de secreción o drenaje de líquido a través de la piel.
Es sumamente importante que estés atenta a los signos y busques atención médica si experimentas alguno de estos síntomas, con atención especializada los riesgos de no recibir tratamiento se minimizan.
Causas del quiste pilonidal
Las causas del quiste pilonidal generalmente se atribuyen a factores como la fricción constante, la acumulación de vello en los folículos y la predisposición genética.
Cabe destacar que en mujeres, la anatomía y la posibilidad de mayor fricción debido a la ropa ajustada pueden contribuir al desarrollo de esta afección.
Por otro lado, actividades que involucran presión prolongada en la región del coxis, como el estar sentado por períodos prolongados, también pueden aumentar el riesgo.
Diagnóstico
El diagnóstico del quiste pilonidal en mujeres implica una evaluación clínica.
El médico revisará los síntomas, realizará un examen físico y, en algunos casos, puede ordenar ecografías o resonancias magnéticas para evaluar la gravedad del quiste o detectar la presencia de fístulas.
Tratamiento del quiste pilonidal en mujeres
Existen tres opciones principales de tratamiento para el quiste pilonidal en mujeres y su idoneidad puede variar según la gravedad de los síntomas.
1. Manejo conservador
Para casos leves, el tratamiento puede implicar medidas como baños de asiento para desinfectar la herida y antibióticos para controlar la infección.
Sin embargo, en muchos casos la infección vuelve con el tiempo y puede ser necesario recurrir a otro tratamiento como la cirugía.
2. Drenaje de abscesos
En situaciones donde se forma un absceso, el drenaje quirúrgico puede ser necesario.
En este tratamiento se utiliza anestesia local, luego se realiza una incisión en el quiste para drenar el líquido y pus, se requieren de curas diarias hasta su completa cicatrización.
3. Cirugía
Para casos recurrentes o crónicos, la cirugía es la mejor opción a considerar. Ahora, existen diversas técnicas quirúrgicas que permiten tratar el sinus pilonidal, algunas mejores que otras.
En nuestra clínica, por ejemplo, realizamos una nueva técnica de cirugía de sinus pilonidal que permite una recuperación más rápida y menos dolorosa.
Cómo prevenir el quiste pilonidal en mujeres
Aunque el sinus pilonidal bien no se puede prevenir todos los casos, las siguientes medidas pueden ayudar a reducir el riesgo:
- Mantener la zona limpia y seca.
- Tomar descansos si se pasa mucho tiempo sentado para reducir la presión en la región sacra.
- Evitar prendas ajustadas y optar por ropa interior y pantalones que no generen fricción adicional.
- Mantener un peso saludable mediante una dieta equilibrada y actividad física regular
- Estar atenta a cualquier cambio en la piel de la zona sacra.
- Buscar atención médica inmediata si se observan signos de inicio de un quiste pilonidal, como enrojecimiento, hinchazón o molestias.
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Si necesitas ayuda profesional ponte en contacto con nuestro equipo especializado en cirugía del quiste pilonidal.



